La misma ceremonia de toma de posesión de Donald Trump escenificó el poder de las tecnológicas en la nueva era. En primera fila estaban los dueños de Meta, Google, Apple, Open AI, TikTok, Uber y la red social X. Muchos de ellos fueron “jóvenes progresistas” que introdujeron “una nueva cultura del trabajo”. Se volvieron la oligarquía de Estados Unidos.
Ciudad de México, 21 de enero (SinEmbargo).– No hubo manera de detenerlo. Los grupos progresistas aglutinados en la sociedad civil, en la academia o en el Partido Demócrata de Estados Unidos no tuvieron peso para evitar el regreso de Donald Trump, quien no llega solo a la Casa Blanca: ahora lo acompaña una grotesca élite de multimillonarios. Una élite que no tiene nada que ver con el discurso de “defensor de la clase trabajadora” que a menudo usa el nuevo Presidente en sus mítines.
Es la era de los oligarcas. Ayer, la organización no gubernamental Oxfam alertó de ellos. Dijo que son peligrosos para la democracia del mundo. Definió una “oligarquía aristocrática” que concentra fortunas por miles de millones y se ha comido los espacios de la política además de dominar su ámbito natural: la economía. Según Oxfam, citada hoy por la agencia francesa AFP, la fortuna de los magnates creció dos billones de dólares el año pasado. Es un incremento tres veces superior al del año anterior, hasta alcanzar 15 billones.
“El director ejecutivo de la ONG, Amitabh Behar, fustigó: La joya de la corona en esta oligarquía es un Presidente multimillonario, respaldado y comprado por el hombre más rico del mundo, Elon Musk, y que dirige la mayor economía del mundo. El dueño del fabricante de automóviles Tesla y de la empresa espacial SpaceX, así como propietario de la red social X, financió en gran medida la campaña de Donald Trump y recibió el encargo extragubernamental de recortar el gasto público”, señaló AFP en un despacho desde Davos, justo antes de la apertura del Foro Económico Mundial.
Oxfam calcula que cuatro hombres pueden acumular una fortuna de un billón de dólares, “mientras el número de personas atrapadas en la pobreza apenas ha cambiado desde 1990”. Los cuatro más ricos son estadunidenses y todos son de la industria tecnológica: Elon Musk, Jeff Bezos (Amazon, Blue Origin), Mark Zuckerberg (Meta) y Larry Ellison (Oracle).
🇺🇸🇺🇸 AMERICA IS GOING TO MARS 🇺🇸🇺🇸
— Elon Musk (@elonmusk) January 20, 2025
La misma ceremonia de toma de posesión de Trump escenificó el poder de las tecnológicas en la nueva era. En primera fila estaban los dueños de Meta, Google, Apple, Open AI, TikTok, Uber y la red social X. Muchos de ellos fueron “jóvenes progresistas” que introdujeron “una nueva cultura del trabajo”. Se volvieron la oligarquía de Estados Unidos.
Mansiones en Washington
La periodista Elisabeth Bumiller recuerda en The New York Times que Joe Biden advirtió en su discurso de despedida de la semana pasada que se estaba formando esa oligarquía en Estados Unidos. La reportera establecida en Washington agrega: “pero los oligarcas ya están aquí, comprando grandes casas”. Y lo dice no en sentido figurado, sino muy puntual: la élite está comprando los bienes inmuebles de súper lujo en la capital del poder político estadounidense.
“Contando al propio Presidente electo Donald J. Trump, hay al menos una docena de multimillonarios entre sus candidatos para el Gabinete y aquellos que se dirigen a puestos de alto nivel en la nueva administración. Elon Musk encabeza la lista con un patrimonio neto de 429 mil millones de dólares, según Forbes, lo que lo convierte en el hombre más rico del mundo. Trump pesa unos seis mil 800 millones de dólares. Es una concentración extraordinaria de riqueza en una ciudad donde el poder siempre ha sido más importante que el dinero, pero ahora está más entrelazado que nunca con él”, añade Bumiller.
Trump hizo campaña como un “defensor populista de la clase trabajadora estadounidense, pero ha puesto a algunos de sus donantes más ricos en puestos de mando en los niveles más altos del Gobierno. Varios supervisarán las mismas industrias que produjeron sus fortunas”, dice la periodista del Times. Musk gastó más de 250 millones de dólares para ayudar a Trump a ganar y ahora se espera que tenga una oficina en el complejo de la Casa Blanca.
The peaceful transfer of power is a hallmark of America, and it’s been an honor to witness it up close. Congratulations to President @realDonaldTrump and Vice President @JDVance. Excited to collaborate on accelerating innovation and supercharging the American economy. pic.twitter.com/u7sqLlXRUj
— Jeff Bezos (@JeffBezos) January 21, 2025
Bumiller considera que uno de los efectos más inmediatos en Washington ha sido una explosión en el mercado inmobiliario de lujo. Cita al financiero Howard Lutnick, elegido por Trump para ser Secretario de Comercio, quien tiene una fortuna de 1 mil 500 millones de dólares, según Forbes. El mes pasado compró la casa estilo castillo francés del presentador de Fox Bret Baier en Foxhall Road por 25 millones de dólares. Un récord para la zona. Y Scott Bessent, el candidato a Secretario del Tesoro con una fortuna de más de 700 millones de dólares, “ha visto una casa estilo federal de 7 millones de dólares en N Street en Georgetown, que alguna vez fue la casa del columnista Joseph Alsop”.
“La casa de estilo italiano de 1850 en Georgetown del difunto Boyden Gray, un influyente abogado de presidentes republicanos, se vendió el mes pasado por 10.5 millones de dólares. Los agentes inmobiliarios no revelaron quién era el comprador, pero sí dijeron que se estaban quedando sin casas trofeo en Washington debido a un aumento en el segundo mandato de Trump.
La era de los súper ricos
Jessica Washington escribe en The Intercept: “Trump juró su cargo en la rotonda del Capitolio de Estados Unidos en un acto inusualmente tranquilo para una inauguración presidencial. Atrás quedaron las multitudes rugientes de años pasados, que en su apogeo llegaron a los millones. En su lugar había un pequeño círculo íntimo de algunas de las personas más ricas y poderosas de la historia de la nación, que fueron las únicas que presenciaron la transferencia de poder”.
Si bien la riqueza y el poder nunca han estado fuera de lugar en una inauguración, dice, la gran concentración de ellos se destacó el lunes. “En una sola fila se sentaron Mark Zuckerberg de Meta (con un patrimonio neto reportado de 211.8 mil millones de dólares), Jeff Bezos de Amazon (239.4 mil millones), Elon Musk de Tesla (433.9 mil millones) y Tim Cook de Apple (2.2 mil millones). A modo de comparación, el patrimonio neto combinado de la mitad inferior de la población estadounidense es de poco menos de 4 billones; el patrimonio neto combinado de estos cuatro hombres es un poco menos de $ 1 billón”, expone.
La industria tecnológica “se ha unido a la nueva administración con la promesa de aumentar su ya astronómica riqueza, y Musk ha llegado al extremo de aceptar un trabajo en la administración y, según se informa, trabajar desde una oficina en la Casa Blanca. Otros directores ejecutivos de tecnología que asistieron fueron Sam Altman, de OpenAI (mil 100 millones de dólares) y el director ejecutivo de Coinbase, Brian Armstrong (12 mil 800 millones de dólares). Sin embargo, no son los únicos representantes de los ultrarricos que se han unido al expresidente y al Presidente entrante”, expresa la autora del texto publicado hoy en The Intercept.
Otros asistentes multimillonarios incluyen a la propietaria de casinos israelí-estadounidense y megadonante Miriam Adelson (31 mil 900 millones de dólares), el magnate de los medios Rupert Murdoch (22 mil 200 millones de dólares) y el magnate de los bienes de lujo Bernard Arnault (179 mil 600 millones de dólares). Y “Jared Kushner, el yerno de Trump, que parece estar a punto de alcanzar pronto el estatus de multimillonario, sonrió radiante mientras compartía intercambios amistosos con sus futuros pares”.
“No es una novedad que los ultrarricos tengan una inmensa influencia en la política estadounidense. El patrimonio neto combinado del Gabinete del Presidente Joe Biden fue de aproximadamente 120 millones de dólares. Sin embargo, esa cifra es insignificante en comparación con el patrimonio neto combinado de aproximadamente 20 mil millones de dólares del presunto Gabinete de Trump, suponiendo que todos sean confirmados. Se trata del Gabinete más rico de la historia de Estados Unidos, pero no incluye a figuras como Musk, que no necesitará la confirmación del Senado. Semejante exhibición en la toma de posesión deja claro que la oligarquía estadounidense es más fuerte que nunca”, concluye Jessica Washington.